martes, 13 de diciembre de 2011

S13 autoevaluación


Comencé el curso como creo que también todos, algo perdida, con nuestros esquemas cuadriculados en la cabeza además de una idea preconcebida de lo que iba a ser la asignatura.


Este cuatrimestre ha sido el nuevo enfoque que todos necesitábamos, lo que ha roto estos esquemas. En un principio pintábamos con miedo, pensando detalladamente cada cambio que hacíamos por el temor a equivocarnos. Aunque la técnica seca salió mal, también nos ayudó, aprendimos a experimentar con los dibujos que no tenían que ser algo estático sino dinámico, en constante cambio.


El proceso ha sido costoso ya que cuando más aprendíamos es cuando veíamos que nos habíamos equivocado. Por fin dejamos de pintar literalmente lo que veíamos y fuimos más allá, añadiendo lo que nos producen las experiencias e interpretando las sensaciones. Además este es un trabajo en grupo, de cooperación, no hemos avanzado solos, de hecho, a veces nos quedábamos pillados y sólo teníamos que dejar lo que hacíamos y darnos una vuelta viendo lo de los demás para saber continuar. No sólo aprendimos de nuestros errores sino también de los de los demás, así como también de sus aciertos.

Dai no es algo cerrado, intenta abarcar todo, no sólo la pintura, sino también la música, la expresión con el cuerpo en las performances, las matemáticas con Asins, la construcción tridimensional con las maquetas... Es algo que te lleva no sólo a coger un caballete y pintar sino incluso a subirte tú mismo sobre el tablero y ser una ficha que compone los espacios, como en el trabajo de des-montar.



Aunque lo más fácil es mostrar nuestros dibujos lo difícil es explicar las experiencias que hemos vivido, tanto la pedriza, pintar la música, visita a exposiciones, etc, porque no sólo los dibujos son lo importante, no nos ponemos a dibujar directamente, pasamos por un proceso previo de análisis e interpretación.

En este proceso de aprendizaje no todo es bueno, hemos tenido muchos momentos de frustración por no ser capaces de hacer lo que queremos, que las cosas se queden en nuestra cabeza, que las sintamos, pero que no lleguen al papel por el desconocimiento de los medios. Incluso muchas veces, aun creyendo que sabíamos lo que teníamos que hacer, no lo conseguíamos. Hemos intentado hacer más pequeña la distancia de esta barrera entre lo que queremos hacer y lo que realmente conseguimos; creo que lo hemos logrado, aunque no hayamos hecho más casi arañar el problema, aún queda mucho por hacer.



Es un camino lleno de obstáculos, de superación en el cual sólo al volver la vista atrás nos damos cuenta de lo que nos ha aportado y cómo nos ha cambiado. Sobre todo nos damos cuenta de esto cuando nos descubrimos haciéndole fotos a cualquier tontería, por ejemplo un simple papel arrugado en el suelo y comentando lo bonitas que quedan sus formas en las fotos. Ahora nos paramos a ver cosas en las que antes no nos fijábamos, si nos miramos y volvemos la vista atrás y a pesar de sólo haber pasado unos meses apenas podemos reconocernos en aquellos chicos que entraron el primer día a esta misma aula.
Dai 1 ha sido una primera toma de contacto con los diferentes materiales, las técnicas, la experimentación y las experiencias que ha conseguido despertar nuestro interés y que no puedes entender por mucho que te lo cuenten hasta que no lo vives.

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